El arte en sus distintas manifestaciones: pintura, dibujo, escultura, música, danzas; en mayor o menor medida siempre ha tenido cabida en las escuelas, integrando el currículo, además de haber colegios especiales cuya orientación es esencialmente artística.
Sin embargo, en los últimos años hemos asistido a un recorte considerable de asignaturas artísticas que cedieron su paso a más horas de Matemática, Lengua nacional, Lengua extranjera o Ciencias. Si bien la enseñanza de estas asignaturas es fundamental y básica, el espacio del arte no debe ser retaceado ya que estimula la creatividad, el placer estético como valor, la libertad de pensamiento y forma personas integrales que se desarrollan no solo racional sino espiritualmente.
En la enseñanza preescolar y primaria son asignaturas fundamentales para el desarrollo del niño, que expresa sus emociones a través del dibujo y sus pensamientos concretos, mientras la música y la danza son también medios muy adecuados para estimular su expresividad oral, su oído musical y armonizar cuerpo, mente y sensibilidad.
En las escuelas públicas es común observar como ciertas divisiones de un mismo curso de primaria, tienen Música, mientras otras, Dibujo, en forma arbitraria, impidiendo que los niños puedan conocer distintas manifestaciones creativas y expresarlas.
La educación artística es una necesidad, y su fomento implica el desarrollo de una de las inteligencias múltiples propuestas por Gardner, quien menciona a la inteligencia musical que incluye el canto y el manejo de instrumentos musicales, que se expresan componiendo, interpretando y escuchando críticamente, con gran vinculación con el desarrollo del lenguaje. La danza y las artes plásticas también configuran una forma de inteligencia denominada por este autor corporal cinética.
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